Instrucciones tras la cirugía ósea
La cirugía ósea, también conocida como reducción de bolsas es un procedimiento destinado a tratar la periodontitis cuando otros tratamientos no quirúrgicos no han conseguido restablecer la salud periodontal.
- Después de la cirugía oral, puede experimentar molestias, sangrado o hinchazón. Evite tocar la zona tratada y absténgase de tirar del labio para comprobar la zona operada.
- Absténgase de enjuagarse enérgicamente, escupir o utilizar una pajita para beber. Para ayudar a controlar la hemorragia inicial, presione una gasa contra la zona tratada durante media hora. Si la hemorragia no cede durante el primer día, contacte con nuestra oficina para pedir consejo.
- Tome todos los medicamentos y enjuagues bucales prescritos exactamente como se le haya indicado.
- Comience con enjuagues de agua salada 24 horas después del procedimiento, repitiéndolos de cuatro a cinco veces al día, especialmente después de comer.
- Pasadas 24 horas, comience a cepillarse los dientes con un cepillo de cerdas suaves. Tenga cuidado al cepillarse alrededor de la zona tratada.
- Si se utilizan suturas, suelen disolverse por sí solas con el tiempo.
- Controle la hinchazón y los hematomas aplicando una compresa fría junto a la cara en el lugar de la intervención. Aplique la compresa durante 20 minutos de forma intermitente. Pasadas 36 horas, sustituya el frío por calor húmedo para reducir aún más la hinchazón, aplicándolo en intervalos de 15 minutos.
- Asegúrese de mantenerse hidratado y evite los alimentos picantes, duros o crujientes. Asimismo, absténgase de fumar y beber alcohol, sobre todo cuando tome analgésicos o antibióticos con receta.
- Limite las actividades físicas poco después de la intervención para facilitar la recuperación.